El equilibrio natural de los campos es básico para cosechar una buena uva y que el mosto sea de primera calidad. El secreto de nuestro vino.
La tierra de cada viña marca la personalidad de nuestros vinos; según la altura de las viñas, la proporción de guijarros y arcilla, la pendiente, la insolación... El verano hace que cada añada sea especial, la temperatura día/noche, la tramontana, la pluviometría del año...
Las variedades autóctonas son las que hacen este vino único; cepas viejas y de poca producción nos perpetúan los auténticos y al mismo tiempo curiosos gustos del vino de nuestros abuelos.
En la bodega hemos mantenido el sistema tradicional de hacer vino, basado en el azufre (s. XVIII) y las botas de madera vieja (s. XVI). Dejamos hacer a la naturaleza, la fermentación es totalment espontánea, con las levaduras autóctonas que llegan al campo, haciendo que el vino de cada añada y cada bota sea irrepetible.
Quien compra una botella de vino de payés debe saber que tiene entre manos un vino natural y totalmente vivo, por lo que evoluciona con el tiempo, hace poso y que necesita que el conservamos en lugares tranquilos y frescos,... merece una pequeña atención.